¿Qué tan temprano comenzamos a aprender?
Comenzamos a aprender desde el primer día que respiramos fuera del vientre materno. Desde el momento en que tomamos nuestra primer aire, nuestro cuerpo empieza a adaptarse al mundo exterior: succionamos alimento, activamos nuestros órganos internos y nuestros sistemas vitales comienzan a funcionar. Este es el inicio de un proceso de aprendizaje que nunca se detiene.
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Desarrollamos nuestros sentidos, y con ellos, empezamos a experimentar el mundo a través de la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Estas primeras experiencias abren un abanico de oportunidades de aprendizaje. Sin embargo, surge una pregunta: ¿quién estará a nuestro lado para guiarnos, acompañarnos y mostrarnos el mundo? La respuesta a esta pregunta recae en las personas que nos rodean, quienes asumen una enorme responsabilidad.
Si no somos conscientes de esta responsabilidad, las oportunidades de desarrollo pueden verse limitadas. Incluso si somos conscientes, muchas veces nos enfrentamos a otras preocupaciones o a la falta de conocimiento sobre qué o cómo enseñar. Es fundamental reconocer esta etapa como una oportunidad única para nutrir y guiar el potencial del niño/a, sentando las bases para toda una vida de aprendizaje y crecimiento.
El potencial de cada niño es ilimitado; solo necesita la oportunidad y el momento adecuado para desplegarlo. No lo dejes pasar.
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